sábado, 25 de marzo de 2017

5 Formas de Distinguir Entre Hambre Fisica o Ansiedad



5 Formas de distinguir entre hambre física o ansiedad.




Descubre en el siguiente artículo 5 formas de distinguir entre hambre física o ansiedad. Además de consejos y recomendaciones
Seguramente te ha pasado que comes bien y quedas satisfecho y luego después de un par de horas tienes hambre nuevamente, entonces te terminas preguntando: ¿cómo puede suceder eso si acabo de comer? Pasa que esa “sensación de hambre” puede provenir de tu mente y no de un estómago que necesita ser alimentado.
El principal paso para solucionar este inconveniente es percibirlo de manera oportuna y no terminar por meterte a la boca comida de más cuando en realidad no la necesitas.
Aprende a diferenciar de donde proviene esa sensación de hambre, ya que si terminas convenciéndote de que sí tienes hambre cuando realmente el hambre es mental, no te podrás resistir a seguir comiendo.
Pero si por el contrario sabes detectar que esa hambre es psicológica, no caerás en el pecado de comer cuando tu estómago no lo necesita. En este caso, la que busca ayuda es tu mente. ¿Quieres aprender a diferenciarlas? Pregúntate a ti mismo:

1. ¿EL HAMBRE HA APARECIDO DE REPENTE?

Seguramente te ha pasado que vas conduciendo y de forma muy repentina sientes un hambre de locos. ¿Cómo puede suceder eso si te sentías totalmente bien?
Claramente es un hambre emocional. Si ves que esa sensación de hambre ha llegado sin ninguna razón entonces puedes decir que viene de tu mente.
A diferencia de esta, el hambre física se empieza a manifestar de forma creciente, es decir, empiezas a tener un poco de hambre y esta sensación se va aumentando con el paso del tiempo. Seguro pasaste frente a una pizzería y te dieron ganas de repente, ya sabes que se trata de capricho y no de hambre real.

Pizza

2. ¿PUEDES COMER CUALQUIER COSA?

Estás con hambre en un momento del día, y normalmente satisfaces esa sensación con alguna fruta como lo pueden ser algunas fresas, pero por el contrario tienes en mente ir a la máquina de bocadillos a comprar papas fritas. ¡Cuidado! Ese es otro indicativo de que tu mente está tratando de inducirte esa hambre.
El hambre física la puedes satisfacer con cualquier alimento, pero si por el contrario crees que son esas papas fritas la única alternativa para cubrir tu hambre entonces se puede decir que tu hambre es emocional, posiblemente a causa de estrés, angustia, o incluso caprichos.

Papas fritas

3. ¿PUEDE ESPERAR O TIENE QUE SER JUSTO AHORA?

Cuando el hambre es emocional, la espera para comerte esa delicia se hace casi insoportable, las ganas de zamparte eso que tienes entre ceja y ceja no paran de subir, cada vez piensas más en ello, y ¡qué leches!, ahora en lugar de 1 galleta mejor me voy a comer 6. Por el contrario, a no ser que lleves muchas horas sin comer, el hambre física puede esperar. No nos viene de 5 minutos, y llegado el momento lo haremos con tranquilidad.

Galletas

4. ¿NO DEJAS DE COMER AUNQUE TE SIENTAS LLENO?

Otra de las características del hambre emocional es que comes en mayor cantidad de lo que normalmente lo harías. No tratemos de ocultarlo, comer es uno de los mayores placeres de la vida, nos alegra, nos desestresa, y justamente esos factores son los que nos hacen comer de más.
Este es un signo inequívoco de que tu hambre seguramente no es real. Si la situación fuese diferente y paramos de comer una vez nos sentimos satisfechos, se puede decir que estábamos saciando un hambre física, real.

Comer más de lo necesario

5. ¿TE SIENTES CULPABLE AL TERMINAR?

Otra de las características comunes del hambre emocional es que siempre incluye sensaciones de culpa (salvo algunas excepciones de patologías concretas o de una mala relación con la comida) y si tu respuesta es afirmativa a esta pregunta, es muy posible que estés ante un hambre proveniente de tu cabeza.
Por el contrario, el hambre física no genera culpa porque estas comiendo por una necesidad biológica, la culpabilidad por el contrario suele indicar que has comido sin hambre y solo lo haces por placer.
Como todo – o casi todo – en la vida tiene solución, el hambre emocional se puede detectar y evadir siguiendo estos consejos. De igual forma, ya que se trata de tu alimentación, es conveniente tener la ayuda de un dietista-nutricionista o de un psicólogo o coach. Cuando tengas la capacidad de diferenciarlos y ser consciente de cuando es necesario comer o no, es cuando puedes empezar a darle una solución.

Culpable

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